La Escolanía se encuentra arropada por una comunidad de monjes benedictinos. Éstos garantizan, sobre todo, la formación cristiana de los estudiantes. Los monjes imparten las clases de Catecismo, de canto gregoriano, enseñan a rezar a los escolanes y siempre se encuentran disponibles para impartir los sacramentos. Además, algunos monjes también dan otras clases, como las de polifonía, latín, filosofía, historia o teología.
Los escolanes se benefician, por tanto, de la estrecha relación que existe entre ellos y los monjes, llegando a forjar verdaderas amistades.
Además, los escolanes tienen la posibilidad de hacer numerosos talleres con los monjes: todos los años representan juntos una obra de teatro, pueden aprender a trabajar con ellos en las labores del jardín y del campo…