La Fiesta del Obispillo, que se celebra en nuestra Escolanía desde su fundación, es una antigua tradición medieval propia de la Abadías y de las Catedrales, en la cual un niño es revestido como Obispo o como Abad, es decir, como la máxima autoridad. Se trata de una gran fiesta a la que acuden los padres, monitores y también algunos monjes y profesores. Por la tarde, se celebra un acto en el que se reparten diplomas al mérito de nuestros alumnos (buen comportamiento, orden, compañerismo, etc.) y, justo después, escolanes y monjes representan una obra de teatro que se prepara durante todo el año.


El sentido espiritual de la fiesta del Obispillo nos recuerda la enseñanza del Evangelio según la cual para entrar en el reino de los cielos hay que ser como niños. También nos enseña la banalidad y la poca importancia de los cargos humanos por los que los mayores se afanan en comparación con lo único importante, que es llegar al cielo.


